Me siento orgulloso del grupo humano que conforman, de la actitud y voluntad que demostraron el domingo pasado poniendo el lomo a disposición del rugby de Muni.
Seguramente habrán recordado por varios días a “los veteranos” porque los imagino doloridos y ampollados. El laburo que hicieron, a pulmón, fue impresionante; durísimo desde el punto de vista físico y espectacular por lo que representa para quienes vayan a disfrutarlo a futuro. Difícil de dimensionar para quienes no estuvieron presentes pero claramente notable para los que vimos el antes y después.
Por otro lado creo firmemente que lo que uno hace con sus propias manos y esfuerzo tiene un valor incomparable; en este caso logramos unir los brazos de los veteranos a los de los M-19; seguramente pocos nos conocíamos antes del evento y espero que, de a poco, podamos acercarnos más.
Probablemente será trabajoso volverlos a “enganchar” para continuar la tarea pero les aseguro que lo intentaremos porque valoramos mucho la interacción entre los diferentes grupos generacionales que conforman el rugby del club.
Un párrafo especial para los M-15 que luego de su partido y 3º tiempo se acercaron a ofrecer una mano. Ésta vez no fue necesario contar con ellos pero sabemos que podemos considerarlos a futuro.
La otra tarea realizada el domingo 2 de mayo, si bien no requirió la fuerza bruta, también se tornó interminable pero se logró el objetivo; culminar la clasificación de los aprox. 2.000 pares de zapatillas recibidos en donación y que serán enviados, en breve, a Santiago del Estero para entregar en las escuelas que tantas veces hemos visitado con el Proyecto Solidario “El Rugby da una Mano”.
Este trabajo comenzó el año pasado, con el aporte invalorable de jugadores y padres de M-15 que ordenaron la mitad de la mercadería.
A los veteranos solo puedo agradecerles una vez más por estar siempre a disposición del crecimiento del rugby de Muni.
Muchas gracias a todos.
Vamos Muni!! o Vamos Ciudad!!, cómo prefieran.
Marino
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